La psicología infanto-Juvenil es un área de la Psicología cuyo objetivo es la atención a niños y adolescentes, al asesoramiento de padres y profesores en las dificultades relacionadas con su desarrollo evolutivo.
Ambas etapas, infancia y adolescencia, son de suma importancia para el posterior desarrollo de la personalidad del adulto. En ellas se dan los cambios biológicos y comportamentales más importantes.
Para decidir la conveniencia de solicitar ayuda psicológica es importante tomar en consideración la perspectiva del desarrollo evolutivo. Conductas poco adaptativas, tanto por exceso como por defecto en un determinado momento, pueden ser totalmente normales en otro período. Cuanto mayor sea el impacto del comportamiento en el entorno cercano del menor, más probables será que los padres estimen y soliciten ayuda terapéutica, en muchas ocasiones guiados por las indicaciones de los profesores.
Siempre será conveniente valorar la necesidad de intervención si observamos dificultades o retraso en la adquisición de determinadas habilidades o conductas propias de una determinada edad (control de esfínteres, hábitos de autonomía, desarrollo del habla, de la escritura y lectura, problemas de relación con su grupo de iguales…) o si se evidencia que perduran en el tiempo características de momentos evolutivos anteriores (miedos, ansiedad por separación…).